El monstruo del bosque


Andrea y Tomás eran dos amigos muy curiosos a quienes les encantaba explorar el bosque que quedaba cerca de sus casas.

Un día, decidieron aventurarse más allá de donde solían ir, adentrándose en un lugar repleto de árboles altos y misteriosos. Mientras caminaban y jugaban, de repente escucharon un ruido extraño. Al acercarse, descubrieron a un monstruo de enormes ojos brillantes y pelaje verde. Al principio, sintieron miedo, pero el monstruo no parecía amenazante, así que decidieron acercarse.

-Hola, ¿quién eres? -preguntó Andrea temerosa. El monstruo respondió con voz amigable: -Soy Morry, el monstruo del bosque. Me encantan los cuentos y las aventuras, pero la gente siempre me teme y huye de mí. Los niños se sorprendieron al escuchar esto.

Decidieron quedarse un rato para conversar con Morry y descubrieron que, a pesar de su apariencia, era un ser amable y divertido. Desde ese día, Andrea y Tomás visitaban al monstruo regularmente, contándole historias y jugando juntos.

Pronto, Morry se convirtió en su mejor amigo y juntos vivieron emocionantes aventuras. Sin embargo, un día, el bosque comenzó a ser amenazado por la tala de árboles y la contaminación.

Los tres amigos se pusieron en acción y organizaron una campaña para proteger su hogar. Con ingenio y valentía, lograron sensibilizar a la comunidad sobre la importancia de cuidar el bosque.

Finalmente, gracias a sus esfuerzos, el bosque fue declarado reserva natural, y Morry, Andrea y Tomás vivieron felices sabiendo que habían logrado salvar su hogar y mantener vivo el espíritu de aventura y amistad.

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