El Monstruo Matemático
En un lejano valle lleno de criaturas mágicas, vivía un monstruo muy especial. A diferencia de los demás monstruos, a él no le gustaba asustar a los humanos ni comer personas.
Lo que a él realmente le apasionaba eran las matemáticas. Pasaba sus días resolviendo problemas y buscando patrones en la naturaleza. Sin embargo, se sentía muy solo, ya que nadie más en el valle compartía su amor por los números.
Un día, decidió emprender un viaje en busca de un lugar donde pudiera sentirse aceptado y comprendido. Durante su travesía, conoció a una hada muy simpática que estaba teniendo problemas para repartir las luciérnagas de su jardín mágico de manera equitativa.
- ¡Hola, pequeño monstruo! ¿Podrías ayudarme a resolver este problema? - le preguntó la hada con una sonrisa. El monstruo, emocionado de poder aplicar sus conocimientos matemáticos, se puso manos a la obra y en poco tiempo encontró la solución.
La hada, impresionada, lo invitó a quedarse en su jardín y le presentó a más criaturas mágicas con quienes compartía su interés por las matemáticas. Finalmente, el monstruo se sentía feliz y realizado, rodeado de amigos con quienes podía compartir su pasión.
Desde entonces, juntos exploraban las maravillas matemáticas del valle y enseñaban a otros seres mágicos la belleza de los números y las ecuaciones, haciendo que el valle se convirtiera en un lugar lleno de aprendizaje y diversión.
FIN.