El monstruo Max y la niña Sofía
Había una vez, en un hermoso bosque encantado, una niña llamada Sofía. Ella era valiente y curiosa, siempre buscando nuevas aventuras. Un día, mientras exploraba el bosque, se encontró con un pequeño monstruo verde llamado Max.
Max vivía en una cueva oscura y solitaria cerca de la laguna del bosque. A pesar de su apariencia aterradora, Max era amable y tenía un corazón tierno. Sin embargo, nadie se acercaba a él debido a su aspecto temible.
Un día, Sofía decidió enfrentar sus miedos y acercarse al monstruo. Caminó lentamente hacia la cueva de Max y lo encontró llorando. "¿Qué te pasa?" -preguntó Sofía preocupada.
"Estoy muy triste porque todos me evitan por mi apariencia" -respondió Max con voz triste. Sofía se dio cuenta de que el monstruo solo necesitaba compañía y comprensión. Decidió hacerse amiga de él y juntos comenzaron a pasar tiempo explorando el bosque encantado.
Una tarde soleada, mientras caminaban junto a la laguna del bosque, vieron algo brillante entre los arbustos: ¡era una araña! La araña estaba asustada porque había perdido su hogar en un árbol que había sido talado recientemente. Sofía sintió pena por ella y decidió ayudarla.
"No te preocupes", dijo Sofía con dulzura. "Puedes venirte con nosotros al refugio de Max". Así fue como la araña encontró un nuevo hogar en la cueva del monstruo.
Max y Sofía la cuidaban y juntos construyeron una telaraña gigante donde la araña podía vivir felizmente. Los días pasaron y los cuatro amigos se hicieron inseparables. Juntos, exploraban el bosque, ayudaban a otros animales necesitados y aprendían cosas nuevas cada día.
Un día, mientras estaban jugando cerca de la laguna, notaron que el agua estaba muy sucia y llena de basura. Sofía tuvo una idea brillante: organizaron un día de limpieza para salvar la laguna del bosque.
Invitaron a todos los animales del bosque a unirse a ellos en su misión. Trabajaron duro reagarrando basura, limpiando el agua y plantando árboles alrededor de la laguna. Después de mucho esfuerzo, finalmente lograron devolverle su belleza original a la laguna.
Todos los animales estaban felices y agradecidos por el trabajo en equipo. El mensaje de esta historia es que no debemos juzgar a las personas por su apariencia exterior. Todos merecen amor y amistad, sin importar cómo sean por fuera.
Además, nos enseña sobre la importancia de cuidar nuestro entorno natural y trabajar juntos para preservarlo.
Y así fue como Sofía, Max, la araña y todos los animales del bosque vivieron felices para siempre, sabiendo que con amor y colaboración pueden hacer grandes cosas juntos.
FIN.