El monstruo que comía juguetes




En un colorido y animado pueblo vivía un monstruo muy particular. Este monstruo no se alimentaba de personas ni de animales, sino que tenía un apetito insaciable por los juguetes de los niños. Cada noche, mientras los pequeños duermen, el monstruo salía de su escondite y recorría las casas en busca de su cena: muñecas, autitos, peluches, juguetes de construcción, nada escapaba a su voraz apetito.

Los niños estaban desconcertados y tristes al despertar y descubrir que sus juguetes habían desaparecido. Los padres, preocupados, intentaban consolarlos y prometían comprarles nuevos juguetes, pero la situación no podía continuar de esa manera.

Un día, un valiente niño llamado Martín decidió enfrentar al monstruo. Armado con su astucia y determinación, Martín se adentró en el bosque en busca del escondite del monstruo. Tras un arduo recorrido, finalmente lo encontró: un rincón oscuro y desordenado lleno de juguetes devorados.

- Hola monstruo, soy Martín. ¿Por qué comes los juguetes de los niños? - le preguntó Martín con valentía.

El monstruo, sorprendido por la presencia del niño, le explicó que se sentía solo y triste, y que devorar los juguetes le hacía sentir un poco de alegría, aunque efímera. Martín, con compasión, le ofreció su amistad y le propuso una solución.

Juntos, el niño y el monstruo idearon un plan para que el monstruo pudiera saciar su hambre de una forma positiva. Martín convocó a todos los niños del pueblo y, con la ayuda de sus padres, organizaron un gran intercambio de juguetes. Los niños donarían algunos de sus juguetes a aquellos que no tenían, y el monstruo se comprometió a cuidar de ellos, devolviéndoles así la vida a los juguetes que había devorado.

A partir de ese día, el monstruo se convirtió en el guardián de los juguetes del pueblo. Los niños lo visitaban en su escondite para jugar y compartir sus aventuras. El monstruo ya no se sentía solo ni triste, había encontrado su lugar y su propósito en la comunidad.

Y así, el pueblo recuperó su alegría y los niños aprendieron la importancia de la compasión, la amistad y la solidaridad.

FIN.

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