El Monstruo Visionario



Había una vez un monstruo muy especial llamado Monstruo de cinco ojos. A diferencia de los demás monstruos, él tenía la habilidad de ver cosas que nadie más podía ver.

Sus cinco ojos le permitían explorar el mundo de una manera única y emocionante. Un día soleado, mientras caminaba por el Polo Norte, Monstruo de cinco ojos encontró un iceberg gigante.

El hielo brillaba bajo los rayos del sol y parecía tan tentador como una tarta recién horneada. Monstruo de cinco ojos no pudo resistirse a la tentación y decidió subir al iceberg para disfrutar su —"deliciosa"  tarta. Pero lo que no sabía era que aquel iceberg estaba habitado por pequeños seres llamados pingüinos.

Cuando Monstruo de cinco ojos llegó a la cima del iceberg y comenzó a comer su —"tarta" , escuchó unos ruiditos extraños provenientes debajo de sus pies. Al mirar hacia abajo, vio a los pingüinos asustados y confundidos.

"¡Oh no! Lo siento mucho, pequeñitos. No sabía que este iceberg era su hogar", dijo Monstruo de cinco ojos con tristeza en sus múltiples voces. Los pingüinos se acercaron tímidamente a él y uno de ellos habló:"No te preocupes, Monstruo de cinco ojos.

Pero es importante aprender sobre las consecuencias antes de actuar". Monstruo de cinco ojos se sintió avergonzado e hizo todo lo posible para disculparse con los pingüinos.

Les prometió ayudarles a reconstruir su hogar y a cuidar de ellos. Juntos, Monstruo de cinco ojos y los pingüinos trabajaron arduamente para construir un nuevo hogar en otro iceberg cercano. Aprendieron a respetarse mutuamente y a vivir en armonía.

A medida que pasaba el tiempo, Monstruo de cinco ojos se dio cuenta de lo valioso que era su don. No solo podía ver cosas increíbles, sino que también podía usar sus habilidades para ayudar a otros.

Decidió viajar por el mundo, visitando diferentes lugares y compartiendo sus conocimientos con personas y criaturas por igual. Ayudó a encontrar tesoros escondidos, resolvió misterios y mostró a todos la belleza del mundo desde su perspectiva única. Monstruo de cinco ojos se convirtió en un héroe amado por todos.

Su historia inspiró a las personas a valorar las diferencias y aprender sobre otras culturas. Todos aprendieron que cada uno tiene algo especial que ofrecer al mundo si nos tomamos el tiempo para escuchar y entender.

Y así, gracias al error cometido por Monstruo de cinco ojos al confundir un iceberg con una tarta, descubrió su verdadera vocación: usar sus habilidades para hacer del mundo un lugar mejor. Fin

FIN.

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