El monstruo y la niña
Había una vez un monstruo de color azul llamado Maxi, que vivía en un escenario triste. Todos los días se despertaba y veía a su alrededor la oscuridad y la tristeza. Maxi era diferente a los demás monstruos.
Tenía ojos grandes y brillantes, pero siempre estaban llenos de lágrimas. Su piel azul resaltaba entre el gris del escenario, pero nadie parecía notarlo.
Un día, mientras Maxi caminaba por el escenario, encontró a una niña llamada Sofía sentada en un rincón llorando. Se acercó tímidamente y le preguntó:"¿Por qué estás tan triste?"Sofía levantó la cabeza sorprendida al ver a Maxi frente a ella. Nunca había visto un monstruo tan amable antes.
"Estoy triste porque no tengo amigos", respondió Sofía con voz apagada. Maxi se sintió identificado con Sofía. Él también se sentía solo y deseaba tener amigos. "No te preocupes, yo seré tu amigo", dijo Maxi con una sonrisa tímida en su rostro azul.
Sofía miró a Maxi con curiosidad y aceptación. Juntos comenzaron a jugar y reírse en medio del escenario triste. Poco a poco, otros niños comenzaron a acercarse para ver qué estaba pasando.
Al ver cómo Maxi y Sofía disfrutaban juntos, los demás niños también quisieron ser amigos de Maxi. Descubrieron que detrás de su apariencia asustadora había un corazón amable e amoroso. El escenario empezó a cambiar. Los colores grises se volvieron más brillantes y alegres.
La tristeza fue reemplazada por risas y alegría. Maxi se convirtió en el héroe del escenario, enseñando a todos que no debemos juzgar a las personas por su apariencia exterior.
Aprendieron que la verdadera amistad es lo que importa, sin importar cómo luzcamos. "¡Gracias, Maxi!", exclamaron los niños mientras abrazaban al monstruo azul. Maxi sonrió y supo en ese momento que había encontrado su lugar en el mundo.
Ya no estaba solo ni triste, ahora tenía muchos amigos con quienes compartir su amor y alegría. Desde aquel día, Maxi y Sofía vivieron muchas aventuras juntos, siempre recordándole a todos la importancia de ser amables y aceptar a los demás tal como son.
Y así termina nuestra historia, donde un monstruo de color azul y ojos grandes encontró la felicidad en medio de un escenario triste gracias al poder de la amistad. ¡Recuerda siempre valorar a las personas por lo que llevan dentro!
FIN.