El mosquito Pepe y el secreto del respeto
En el tranquilo bosque de La Arboleda Viviente, vivía un peculiar mosquito llamado Pepe. Tenía unos ojos del color del atardecer y unas alas tan finas que parecían hechas de purpurina. A Pepe le encantaba revolotear entre las flores del sol y alimentarse de bichitos bolitas. Sin embargo, tenía fama de ser un poco molesto con los demás habitantes del bosque, ya que siempre revoloteaba cerca de ellos y les zumbaba al oído. Esto no caía bien entre los demás animales. Un día, cansados de su comportamiento, los animales del bosque se reunieron para tener una charla con Pepe.
- Pepe, entendemos que eres inquieto y que te encanta disfrutar del día, pero tu forma de actuar está incomodando a todos - le dijo el sabio búho.
Pepe se sintió triste al darse cuenta de que su comportamiento había lastimado a sus amigos. Decidió pedirles disculpas y prometió cambiar. Se propuso aprender a respetar el espacio y la tranquilidad de los demás.
A partir de ese día, Pepe empezó a dormir un poco más durante la noche para estar menos inquieto durante el día, y también practicó el arte de la paciencia. Para sorpresa de todos, Pepe descubrió que, al ser respetuoso, obtenía el cariño y la compañía que siempre deseó. Se convirtió en el confidente de las abejas y en el amigo inseparable de las mariposas.
Pepe aprendió que el respeto hacia los demás es esencial para vivir en armonía. Y desde entonces, todos en La Arboleda Viviente aprendieron a valorar la singularidad de Pepe y a respetar su espacio, al igual que él respetaba el de todos.
Y así, el inquieto mosquito Pepe encontró la felicidad al descubrir que, al respetar a los demás, también se gana su respeto y cariño.
FIN.