El mosquito que dibujaba
Había una vez en el tranquilo bosque de Villa Mosquitolandia, un pequeño mosquito llamado Mateo. A diferencia de los demás mosquitos, a Mateo no le gustaba picar ni molestar a nadie, en cambio, prefería dedicar su tiempo a dibujar.
Usaba su aguijón como pincel y las hojas de los árboles como lienzos, creando hermosas pinturas que reflejaban la belleza del bosque. Pero los demás mosquitos se burlaban de él por ser diferente.
"¿Por qué no te comportas como un mosquito normal y picas a la gente, Mateo?", se burlaban. Pero él no se dejaba afectar y seguía dibujando con pasión.
Un día, una tormenta azotó el bosque y un gran incendio se desató, poniendo en peligro a todos los habitantes del bosque. Mateo sabía que debía hacer algo para ayudar. Decidió utilizar su talento para dibujar un mapa detallado del bosque, indicando los caminos seguros para escapar del fuego.
Con sus diminutas patas, corrió por todo el bosque colgando sus pinturas en los árboles. Gracias a su valiente y astuta acción, los animales del bosque pudieron escapar y ponerse a salvo. Los demás mosquitos vieron el valor de Mateo y se disculparon por haberse burlado de él.
A partir de ese día, Mateo se convirtió en un héroe y su pasión por el dibujo inspiró a todos a ser valientes y a usar sus dones para hacer el bien.
Y así, el bosque de Villa Mosquitolandia prosperó en armonía y admiración por la valentía y creatividad de Mateo, el mosquito que dibujaba.
FIN.