El moustro del castillo y la aventura del caballero y el caballo



Había una vez en un reino muy lejano, un moustro terrible que habitaba en un castillo en lo alto de una colina.

Este moustro era conocido por aterrorizar a los aldeanos que vivían en los alrededores, y muchos valientes caballeros habían intentado enfrentarlo, pero ninguno había regresado. Un día, un valiente caballero llamado Diego decidió poner fin al reinado del moustro y emprendió un viaje hacia el castillo.

En su travesía, se encontró con una bruja amable que le advirtió sobre los peligros que enfrentaría, pero también le entregó un amuleto mágico para protegerlo en su misión. "Gracias, buena bruja. Con tu amuleto podré enfrentar al moustro y liberar al reino de su tiranía", agradeció Diego.

Con su espada en mano y su fiel caballo, Ricardo, Diego llegó al castillo decidido a enfrentar al moustro. Sin embargo, al llegar se dio cuenta de que el moustro no era malvado, sino solo un ser solitario que simplemente quería amigos.

Diego recordó las palabras de la bruja y decidió hablar con el moustro en lugar de atacarlo.

Rápidamente entablaron amistad y el moustro, que en realidad se llamaba Mateo, les mostró a Diego y Ricardo todos los tesoros mágicos que guardaba en el castillo. Diego comprendió que el moustro no era un monstruo en absoluto, sino simplemente diferente. Decidió invitar a Mateo a visitar el reino y conocer a la gente, y prometió que lo apoyaría para que fuera aceptado por todos.

Juntos, emprendieron el regreso al reino, donde la gente al principio tuvo miedo, pero finalmente aceptó a Mateo como un amigo.

La historia de Diego, Ricardo, y Mateo se convirtió en una leyenda de amistad y aceptación en todo el reino, inspirando a otros a no juzgar a los demás por su apariencia o diferencias, y a recordar que la amistad puede nacer en los lugares más inesperados.

FIN.

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