El mundo de Karla



Karla era una niña alegre y curiosa que vivía en un pequeño pueblo rodeado de montañas. A pesar de no poder ver, disfrutaba explorando el mundo a su alrededor con sus otros sentidos.

Acompañada por su inseparable perro, Canela, Karla se aventuraba por el campo, escuchando atentamente el canto de los pájaros, el sonido del viento entre los árboles y el murmullo del arroyo.

"Canela, ¿puedes oler ese delicioso aroma a flores?", le preguntaba Karla mientras acariciaba el suave pelaje de su fiel compañera. Un día, mientras exploraban el bosque, se encontraron con un misterioso arco iris que brillaba con intensidad. "¡Qué maravilla!", exclamó Karla emocionada, sintiendo la suave brisa en su rostro.

De repente, una voz melodiosa los llamó desde lo alto de una colina. "Hola, soy la hada de los colores y he escuchado que eres una niña muy especial.

Por eso te regalo algo único: un par de anteojos mágicos que te permitirán ver el mundo de una manera diferente." Al ponerse los anteojos, Karla percibió un resplandor especial a su alrededor. Los colores se volvieron más vibrantes y podía distinguir siluetas y formas como nunca antes.

Con sus nuevos anteojos mágicos, Karla continuó explorando el mundo con una perspectiva renovada, descubriendo la belleza que la rodeaba de formas sorprendentes.

FIN.

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