El mundo de la robótica
Había una vez tres niñas llamadas Sofía, Valentina y Camila, que vivían en un pequeño pueblo. Un día, mientras paseaban por el parque, se encontraron con una feria de ciencia y tecnología. Intrigadas, se acercaron a ver de qué se trataba.
- ¡Miren! ¡Miren! ¡Robots! -exclamó Valentina señalando un stand lleno de robots y científicos dando demostraciones.
Las niñas se acercaron con asombro y escucharon atentamente las explicaciones sobre cómo funcionaban los robots y cómo la tecnología podía ayudar a mejorar la vida de las personas. Quedaron maravilladas.
- ¿Sabían que la robótica es como dar vida a los objetos? -dijo uno de los científicos con entusiasmo.
Las niñas, que nunca habían oído hablar de la robótica, se quedaron pensativas. Aquello sonaba emocionante.
Desde ese día, las niñas empezaron a investigar sobre la robótica. Leyeron libros, vieron videos y hasta intentaron construir sus propios robots con materiales reciclados. Descubrieron que la robótica no era solo para expertos, ¡cualquiera podía aprender y divertirse con ella!
- ¡Imaginen si pudiéramos construir un robot que nos ayudara con nuestras tareas! -exclamó Sofía emocionada.
Pronto, las niñas se convirtieron en expertas en robótica. Sorprendieron a todos en la feria de ciencia del pueblo con su propio robot, que podía ayudar en tareas domésticas y hasta bailar. La gente quedó impresionada y las niñas se llenaron de orgullo.
Desde ese día, las niñas siguieron explorando el mundo de la robótica. Se animaron a participar en competencias, donde conocieron a otros niños y niñas apasionados por la tecnología. Descubrieron que la robótica no solo era emocionante, ¡también era una forma de hacer nuevos amigos y aprender juntos!
Y así, las tres niñas se convirtieron en increíbles ingenieras robóticas, inspirando a otros niños y niñas a seguir sus pasos y a nunca tener miedo de explorar el emocionante mundo de la tecnología.
FIN.