El mundo de los colores

En un pequeño pueblo, vivía una niña llamada Sofía, quien nació sorda. A pesar de su condición, era una niña alegre y curiosa, siempre dispuesta a explorar el mundo que la rodeaba.

Sin embargo, en la escuela, algunos niños se burlaban de ella y no querían jugar con Sofía porque era diferente. Esto entristecía mucho a la niña, pero no perdía la esperanza de encontrar amigos que la aceptaran tal como era.

Un día, llegó a la escuela un nuevo compañero, Martín. Él notó que Sofía no participaba en los juegos y, con curiosidad, se acercó a ella. -¿Por qué no juegas con los demás? -le preguntó Martín.

Sofía le explicó que no podía escuchar como los demás niños, y por eso sentía que no encajaba. Pero Martín, en lugar de alejarse, decidió hacer algo increíble. Aprendió el lenguaje de señas para poder comunicarse con Sofía.

Pronto, los dos se volvieron inseparables, y Martín le enseñó a Sofía sobre el mundo de los colores, describiéndole cada tono con las manos y el rostro. Con el tiempo, otros niños se unieron a ellos, aprendiendo a comunicarse de nuevas formas y entendiéndose sin importar las diferencias.

Y así, Sofía descubrió que la verdadera amistad va más allá de las palabras, y que el mundo está lleno de colores que se pueden sentir con el corazón.