El mundo de los dibujos de Juliana



Juliana era una niña de 11 años a la que no le importaban mucho las amistades. Ella prefería pasar su tiempo dibujando en vez de jugar con sus compañeros de escuela.

A menudo, se sentía apartada por los demás por su forma diferente de ser. Un día, mientras dibujaba en su cuaderno, algo extraordinario sucedió. De repente, se vio teletransportada a uno de sus propios dibujos. Todo a su alrededor se convirtió en un mundo de colores y formas.

Juliana estaba asombrada, pero no tenía miedo. En ese mundo de dibujos, conoció a personajes fantásticos que cobraron vida.

Cada uno de ellos le enseñó algo valioso: el personaje del árbol le enseñó sobre paciencia, el del río sobre la perseverancia, el del sol sobre el optimismo y así sucesivamente. A medida que Juliana interactuaba con estos personajes, aplicaba sus enseñanzas en la vida real.

Aprendió a ser más paciente con sus compañeros, a perseverar en sus metas y a mantener una actitud positiva ante los desafíos. Al final, Juliana entendió que su pasión por dibujar no la apartaba de los demás, sino que la hacía única y especial.

Regresó a su mundo con una nueva perspectiva y una mayor apreciación por las relaciones humanas. A partir de ese momento, encontró la manera de combinar su amor por el arte con la importancia de la amistad, convirtiéndose en una fuente de inspiración para todos a su alrededor.

FIN.

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