El Mundo Dulce de Lila



Había una vez una niña llamada Lila que amaba los caramelos más que nada en el mundo. Un día, mientras soñaba despierta, decidió crear su propio mundo de caramelos. ¡Y de repente, apareció! El cielo era de algodón de azúcar, las nubes de malvavisco y los árboles, hechos de paletas gigantes.

- ¡Bienvenida a Caramelolandia! - dijo un caramelo con cara sonriente.

Lila se llenó de alegría. Empezó a correr por los caminos de galleta, comiendo todo lo que encontraba. Pero al poco tiempo, se sintió extraña.

- ¿Por qué me duele la pancita? - se quejó.

De repente, una sabia galleta de avena apareció y le dijo:

- Querida Lila, en este mundo todo es dulce y delicioso, pero si solo comes caramelos, te puedes sentir mal.

Lila, sorprendida, le preguntó:

- ¿Qué puedo hacer?

- Aquí en Caramelolandia también hay frutas y verduras que son igual de ricas, pero te hacen sentir fuerte. - explicó la galleta.

Decidida a sentirse mejor, Lila decidió probar las jaleas de fruta y las verduras crocantes que también estaban en su mundo. Al comerlas, su pancita se sintió mejor y se llenó de energía.

- ¡Qué rica está la zanahoria musical! - gritó Lila, mientras bailaba.

Desde ese día, Lila aprendió que, aunque los caramelos son deliciosos, es importante combinar la comida dulce con cosas saludables para crecer fuerte y feliz.

Y así, Lila volvió a casa con su corazón lleno de alegría y una gran lección sobre la buena alimentación.

FIN.

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