El Muñeco de Nieve y el Elefante Gigante
Era una fría mañana de invierno y un muñeco de nieve llamado Copito estaba dispuesto a hacer amigos. Mientras giraba en su lugar, notó que algo se movía entre los árboles. -¿Quién anda ahí? -preguntó Copito con su voz suave.
Un gran elefante gris apareció, atrapado entre las ramas de un arbusto. -¡Ayuda! -gritó el elefante-, estoy atascado y no puedo salir. Copito, movido por la compasión, decidió ayudar.
Con su pequeño cuerpo de nieve, Copito empujó las ramas hasta liberarlas. -¡Gracias, amigo! -dijo el elefante feliz-. Mi nombre es Elefante Ema. Desde ahora, ¡somos amigos! Juntos se embarcaron en aventuras, explorando el bosque y ayudando a otros animales.
Una tarde, mientras los dos jugaban, una tormenta de nieve se desató. Ema, muy preocupada, dijo: -¿Y ahora qué haremos? Copito, sonriendo, respondió: -No te preocupes, juntos podemos con todo.
FIN.