El mural de la amistad


En la escuela "Sol y Luna" todo era alegría, risas y juegos, excepto para dos niños: Daniel y Jorge. Ellos siempre buscaban a alguien a quien molestar, hacer bromas pesadas o quitarles los útiles escolares.

Un día, la maestra Clara decidió hablar seriamente con ellos. Les explicó que sus acciones lastimaban a sus compañeros y que debían cambiar su actitud si querían ser aceptados en el grupo.

Los dos chicos se rieron y prometieron comportarse mejor, pero en realidad no tenían intenciones de hacerlo. Esa misma tarde, en el recreo, Daniel y Jorge vieron a Lucas, un niño tímido que siempre estaba solo.

Decidieron gastarle una broma pesada: le escondieron su mochila con todos sus juguetes preferidos dentro. Lucas comenzó a buscar desesperadamente su mochila mientras los otros niños miraban preocupados. - ¡Ja ja ja! ¿Dónde dejaste tu mochila, Lucas? - se burlaba Daniel.

- Sí, seguro que te la olvidaste en casa porque eres tan despistado - agregó Jorge entre risas. Lucas estaba al borde de las lágrimas cuando llegó Martina, una niña valiente y decidida que no soportaba ver injusticias.

Ella les pidió a Daniel y Jorge que devolvieran la mochila de Lucas inmediatamente. - Chicos, están siendo muy crueles con Lucas. No está bien burlarse de alguien así - les dijo Martina con firmeza. Daniel y Jorge se rieron aún más fuerte e ignoraron su pedido.

Pero Martina no se dio por vencida; sabía que tenía que hacer algo para detener esa situación injusta. Esa noche, Martina ideó un plan para enseñarles una lección a Daniel y Jorge.

Al día siguiente en clase de arte propuso hacer un mural gigante donde cada uno pudiera expresar lo importante que era la amistad y el respeto hacia los demás. Todos los niños del salón se entusiasmaron con la idea e incluso invitaron a participar a Daniel y Jorge.

Al principio ellos dudaron, pero al ver la determinación de sus compañeros decidieron unirse al proyecto. Durante días trabajaron juntos en el mural compartiendo ideas, colores e incluso risas.

Poco a poco Daniel y Jorge fueron comprendiendo lo valioso que era tener amigos de verdad y cómo podían sentirse al ser tratados con respeto.

Finalmente, el mural quedó espectacular: lleno de colores brillantes representando la diversidad de personalidades en el colegio pero unidos por el mensaje central "La amistad todo lo puede". Todos estaban orgullosos del trabajo en equipo realizado. Desde ese día, Daniel y Jorge cambiaron su actitud por completo. Se convirtieron en dos grandes amigos dispuestos ayudar a quienes lo necesitaban sin importar las diferencias.

Aprendieron que las bromas hirientes no traen nada bueno pero la solidaridad sí puede construir grandes cosas juntas como aquel hermoso mural lleno de amor y amistad.

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