El mural de la amistad



En una escuela de Buenos Aires, la niña Lina, el travieso Josh y el curioso Camelot fueron elegidos para hacer un proyecto juntos. Al principio, estaban emocionados por trabajar juntos, pero pronto comenzaron a discutir sobre cómo debían hacerlo.

"¡Deberíamos hacer un proyecto sobre los dinosaurios!", sugirió Josh emocionado. "No, creo que sería mejor hablar sobre los planetas", dijo Camelot con entusiasmo.

"¡Pero yo quiero hacer algo de arte! ¡Un mural colorido que represente la diversidad!", exclamó Lina con brillo en sus ojos. Las discusiones se volvieron acaloradas y ninguno quería ceder. Se separaron molesto al final del día sin llegar a ningún acuerdo.

Al día siguiente, en clase, la maestra notó la tensión entre ellos y decidió intervenir. "Chicos, recuerden que es importante escuchar las ideas de los demás y trabajar juntos para encontrar una solución", les recordó la maestra con cariño. Lina, Josh y Camelot reflexionaron sobre las palabras de su maestra.

Se dieron cuenta de que cada uno tenía algo valioso que aportar al proyecto y decidieron reunirse en el patio durante el recreo para hablar nuevamente. "Tienen razón. Deberíamos combinar nuestras ideas para crear algo único", propuso Lina.

"Podríamos hacer un mural que represente los planetas habitados por dinosaurios diferentes. Sería genial", agregó Josh emocionado. "¡Sí! Y podríamos incluir mensajes positivos sobre la amistad y la diversidad", sugirió Camelot sonriendo.

Así fue como los tres niños comenzaron a trabajar juntos en su proyecto. Cada uno aportaba sus habilidades únicas: Lina era excelente dibujando, Josh tenía muchas ideas creativas y Camelot investigaba datos interesantes sobre planetas y dinosaurios.

Con esfuerzo conjunto y respetando las opiniones de cada uno, lograron completar un hermoso mural lleno de color y significado. La maestra quedó impresionada por su trabajo en equipo y les felicitó por haber superado sus diferencias para colaborar armoniosamente.

Al finalizar el proyecto, Lina, Josh y Camelot no solo habían creado una obra increíble sino también habían forjado una amistad sólida basada en el respeto mutuo y la cooperación.

Aprendieron que escuchar a los demás es fundamental para alcanzar objetivos comunes y que juntos podían lograr grandes cosas. Desde ese día en adelante, los tres amigos continuaron trabajando juntos en futuros proyectos escolares siempre recordando la importancia de la sana convivencia y la colaboración.

Juntos descubrieron que cuando se une creatividad con amistad, ¡todo es posible!

FIN.

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