El Murciélago y las Comadrejas

En un frondoso bosque de la Patagonia vivía un murciélago llamado Mateo, a quien le encantaba volar de noche y observar las estrellas. Un día, Mateo se encontró con un grupo de comadrejas traviesas que lo miraban con curiosidad.

- ¿Qué haces despierto de día, Murciélago? - preguntó una de las comadrejas. Mateo explicó que él era distinto a ellos y que prefirió un estilo de vida nocturno.

Las comadrejas, intrigadas por la idea de volar por la noche, le pidieron a Mateo que les enseñara. Al principio, Mateo dudó, pero luego decidió darles una oportunidad. Les enseñó a las comadrejas a hacer alas con hojas y a moverse silenciosamente.

Juntos, practicaron durante días hasta que las comadrejas lograron volar por la noche. Llenas de entusiasmo, las comadrejas se convirtieron en las excepciones del mundo animal, siendo las primeras en volar de noche junto a su amigo Murciélago.

Todos en el bosque quedaron asombrados y aprendieron que las diferencias no son obstáculos, sino oportunidades para aprender y crecer juntos.