El Nandú Suave

Había una vez un nandú llamado Nando, que vivía en las vastas llanuras de la Patagonia. A diferencia de los demás nandús, Nando era suave y amigable, en lugar de ser áspero y brusco como sus compañeros.

Esto lo hacía sentirse diferente y a menudo era objeto de burlas por parte de los demás nandús. "¡Miren a Nando, el nandú suave!" se reían de él.

Pero Nando no se dejaba amilanar por las burlas, ya que sabía que su suavidad era su fortaleza. Un día, una manada de zorros amenazó a los nandús, y Nando, con su suavidad, logró calmar a los zorros y evitar un ataque. Esto demostró que la suavidad de Nando era en realidad una gran virtud.

A partir de ese día, los demás nandús admiraron a Nando y aprendieron a valorar la importancia de la amabilidad y la suavidad. Juntos, formaron una comunidad más fuerte y unida.

Y así, Nando el nandú suave fue reconocido como un héroe, enseñando a todos que no importa ser diferente, lo importante es ser auténtico.