El niño árbol y la hamaca mágica



En un hermoso campo, vivía un niño llamado Mateo. Un día, mientras paseaba por el bosque, descubrió un árbol muy especial, con ramas que parecían brazos y ojos brillantes.

El niño se acercó con curiosidad y el árbol le habló: "Hola, soy el Árbol Sabio, y tengo un regalo para ti". El niño, sorprendido, escuchó atentamente mientras el árbol le contaba sobre una hamaca mágica que lo llevaría a aventuras increíbles.

Mateo no podía creerlo, pero decidió seguir las instrucciones del Árbol Sabio y construir la hamaca con ramas y lianas. Al terminar, se recostó en ella y cerró los ojos, y de repente se encontró volando por los aires, sobre exuberantes paisajes y mares cristalinos.

Cada lugar al que llegaba, aprendía algo nuevo: en la selva, descubrió la importancia de cuidar la naturaleza; en las montañas, superó sus miedos al explorar cuevas oscuras; y en el pueblo lejano, conoció a niños de culturas diferentes.

Después de cada aventura, volvía a su campo con un corazón lleno de alegría y sabiduría. El niño árbol comprendió que la hamaca mágica no solo lo llevaba a lugares lejanos, sino también a lecciones y experiencias que lo enriquecían.

Desde entonces, compartió sus historias con los demás y cada vez más niños se animaron a construir sus propias hamacas mágicas. El campo se convirtió en un lugar de juegos, imaginación y aprendizaje.

Y cada noche, antes de dormir, el niño árbol agradecía al Árbol Sabio por el maravilloso regalo que le había dado.

FIN.

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