El niño arcoiris de sala verde



Había una vez en el jardín de infantes 'Sueños Felices', un niño llamado Lucas que tenía algo muy especial: cada vez que reía, brillaban colores en el aire a su alrededor.

Sus compañeros de sala lo llamaban 'El niño arcoiris', y todos querían ser sus amigos para ver ese maravilloso espectáculo. Pero un día, mientras jugaban en el patio, un niño llamado Martín le dijo a Lucas: '¡Tus colores son raros y feos!'.

Lucas se entristeció mucho y dejó de reír. Los colores desaparecieron y la sala se volvió gris y triste. La maestra Karen notó el cambio en Lucas y lo llevó a un rincón del patio.

-'¿Qué te pasa, Lucas? ¿Por qué ya no brillan tus colores? -preguntó con ternura. Lucas, con lágrimas en los ojos, le contó lo que Martín le había dicho. La maestra Karen, con una sonrisa amorosa, le explicó: 'Lucas, tus colores son especiales y únicos, como lo es cada uno de nosotros.

No dejes que las palabras de otras personas apaguen tu brillo. Sé tú mismo y deja que tus colores brillen con fuerza'. Con estas palabras, Lucas recuperó su alegría y sus colores empezaron a brillar nuevamente.

Decidió enfrentar a Martín y, con valentía, le dijo: 'Mis colores son parte de lo que soy, y me encanta ser el niño arcoiris. Aceptar la diversidad nos hace a todos más felices'.

Martín, reflexionando sobre las palabras de su amigo, se disculpó y pronto se convirtieron en grandes amigos. Desde ese día, Lucas siguió riendo y llenando de colores la sala verde, recordándoles a todos la importancia de aceptarse y respetarse mutuamente.

FIN.

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