El Niño con un Ojo Especial



Había una vez un niño llamado Ned, quien era un poco diferente a los demás niños de su edad. Tenía un ojo más grande que el otro y siempre se sentía incómodo cuando alguien lo miraba fijamente.

Además, tenía una pequeña cicatriz en la frente que le daba un aspecto aún más extraño. Un día, mientras caminaba por el bosque cercano a su casa, Ned se encontró con una bruja muy amable llamada Luna.

A pesar de ser una bruja, no parecía malvada como las brujas de los cuentos de hadas y decidió preguntarle si podía ayudarlo con sus problemas. - Hola, soy Luna. ¿En qué puedo ayudarte? - dijo la bruja sonriendo.

- Hola Luna -respondió Ned-. Soy Ned y tengo un ojo más grande que el otro y todos me ven raro. Luna pensó por unos segundos antes de decir:- No te preocupes por eso. Todos somos diferentes en cierta forma.

De hecho, yo misma soy una bruja y eso es algo muy diferente a lo que la mayoría está acostumbrado. Ned sonrió tímidamente al escuchar esto e inmediatamente se sintió mejor consigo mismo.

Mientras hablaban, apareció detrás de ellos un cíclope gigante llamado Maxi.

Cuando vio al pequeño niño con su ojo extra grande e irregularmente formado se rió burlonamente:- ¡Mira quién está aquí! Un niñito rarito con su ojito torcido -dijo Maxi señalando a Ned con su dedo enorme. Ned temblaba del miedo mientras trataba de encontrar una manera de escapar. Pero Luna no se inmutó y lo defendió:- ¡Cíclope! No tienes derecho a burlarte de los demás. Todos somos únicos y especiales a nuestra manera.

Maxi se sintió avergonzado por su comportamiento y decidió disculparse con Ned. - Lo siento, Ned - dijo Maxi-. No debería haberme burlado de ti. Tienes razón, todos somos diferentes.

Desde ese día en adelante, Ned aprendió que ser diferente no es algo malo y que todos tenemos nuestras propias peculiaridades que nos hacen únicos. Además, descubrió que la amistad no tiene límites ni prejuicios.

Y así, Ned vivió feliz el resto de sus días sabiendo que era especial tal como era y rodeado por amigos verdaderos que lo querían tal como era.

FIN.

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