El niño de las estrellas



Había una vez un hombre llamado Tomás que vivía en un pequeño pueblo rodeado de campos verdes y cielos despejados.

Una mañana, Tomás se despertó en medio de un campo con la cabeza llena de extrañas luces y recuerdos borrosos. Había sido aducido por ovnis durante la noche, pero no recordaba mucho más que eso. Al levantarse, Tomás notó a lo lejos a un policía observándolo con curiosidad.

El policía se acercó rápidamente y comenzó a hacerle preguntas a Tomás sobre lo que había sucedido. "- ¿Estás bien? ¿Qué pasó aquí?". Sin embargo, antes de que Tomás pudiera responder, el policía vio algo brillar en los ojos del hombre.

Con el paso de los días, el comportamiento de Tomás comenzó a cambiar. Desarrolló una extraña habilidad para predecir eventos futuros y cada vez que alguien intentaba acercarse demasiado a él, sentían una atracción irresistible hacia sus palabras y acciones.

El policía, intrigado por lo que estaba ocurriendo, decidió investigar más a fondo. "- Creo que este hombre tiene algún tipo de don especial", pensaba el policía mientras observaba desde lejos a Tomás interactuar con la gente del pueblo.

Sin embargo, pronto se dio cuenta de algo aún más sorprendente: los ovnis empezaron a aparecer en gran cantidad sobre la ciudad.

La noticia se propagó rápidamente y pronto todos querían ver al hombre del futuro y presenciar las extrañas luces que lo rodeaban. El pueblo se convirtió en un hervidero de curiosos y científicos tratando de entender lo inexplicable. El policía sabía que debía proteger a Tomás de toda esta atención no deseada.

"- Tenemos que mantenerlo seguro", le dijo al alcalde del pueblo mientras organizaban un plan para alejar a la multitud del hombre del futuro. Pero justo cuando parecía que todo estaba bajo control, los ovnis descendieron sobre la ciudad en una lluvia luminosa y misteriosa.

La gente entró en pánico y el caos reinaba por doquier. En medio de ese tumulto, el policía buscó desesperadamente a Tomás entre la confusión hasta encontrarlo solo en un rincón oscuro mirando fijamente al cielo iluminado por las luces alienígenas.

"- ¿Qué está pasando?", preguntó el policía preocupado mientras ayudaba a Tomás a ponerse en pie. "- No lo sé exactamente... Pero siento que todo esto tiene un propósito", respondió Tomás con calma.

Fue entonces cuando una voz resonó en la mente del policía: era la voz de Tomás transmitiéndole un mensaje lleno de esperanza y unidad para toda la humanidad. Un mensaje sobre aprender a aceptar nuestras diferencias y trabajar juntos hacia un futuro mejor.

Con lágrimas en los ojos, el policía entendió finalmente cuál era el verdadero don de aquel hombre del futuro: traer luz donde reinaba la oscuridad, sembrar esperanza donde solo había temor.

Y así, gracias al coraje y sabiduría compartidos por ambos hombres, el mundo entero aprendió una valiosa lección aquella noche: nunca subestimar el poder transformador del amor y la comprensión mutua.

FIN.

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