El niño del pijama espacial


En una noche estrellada, Lio se encontraba acostado en su cama con su pijama de astronauta puesto, listo para soñar despierto. Cerró los ojos y comenzó a imaginar cómo sería si fuese un verdadero astronauta explorando el espacio.

De repente, se vio flotando en el espacio exterior, rodeado de estrellas brillantes y planetas de colores. La primera parada en su aventura espacial fue Marte.

Al llegar al planeta rojo, se sorprendió al ver paisajes desérticos y montañas altísimas. "¡Qué increíble es Marte! ¡Me pregunto si hay vida aquí!", exclamó Lio emocionado. Siguiendo su viaje interestelar, decidió visitar Júpiter, el gigante gaseoso del sistema solar.

Al acercarse al planeta más grande, pudo ver sus lunas y la gran mancha roja que lo caracteriza. "¡Júpiter es impresionante! ¡Sus tormentas son asombrosas!", dijo Lio maravillado. Luego de explorar Júpiter, decidió dirigirse a Saturno para ver sus famosos anillos.

Al llegar allí, quedó boquiabierto al ver la belleza de los anillos que rodeaban al planeta. "¡Los anillos de Saturno son como arcos iris brillantes en el espacio! ¡Es mágico!", expresó Lio emocionado. Después de visitar varios planetas más, llegó finalmente a la luna.

Al posarse en su superficie grisácea, sintió una emoción indescriptible al saber que estaba tan cerca de la Tierra.

"¡Estoy en la luna! ¡Mi sueño se hizo realidad! Ahora entiendo por qué siempre quise ser astronauta", murmuró Lio con lágrimas de felicidad en los ojos. De repente, una voz misteriosa resonó a su alrededor: "Lio, has demostrado valentía y curiosidad en tu viaje por el espacio. Por eso te concedo un deseo especial".

Sin dudarlo ni un segundo, Lio cerró los ojos y pidió: "Quiero poder seguir explorando el universo y descubrir todos sus secretos".

Al abrir los ojos nuevamente, se dio cuenta de que estaba flotando junto a una nave espacial reluciente lista para llevarlo a nuevas aventuras por las estrellas. Y así fue como Lio cumplió su sueño de convertirse en astronauta y seguir explorando el cosmos infinito con valentía y pasión por descubrir lo desconocido.

Porque aunque sea solo un niño con grandes sueños sobre los planetas, nunca dejó que nada le impidiera alcanzar las estrellas.

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