El niño entre los dos árboles
Había una vez un niño llamado Martín, que le encantaba explorar el bosque cerca de su casa.
Un día, mientras caminaba entre los árboles, Martín se detuvo al notar algo inusual: ¡había un pequeño niño sentado entre dos árboles! El niño se veía triste y perdido. Martín se acercó con curiosidad y le preguntó qué le sucedía. -¡Hola! ¿Qué haces aquí entre los árboles? -preguntó Martín con amabilidad.
El niño levantó la mirada y respondió con voz suave: -Me perdí cuando estaba jugando y ahora no sé cómo volver a casa. Martín sonrió y le tendió la mano.
-No te preocupes, ¡yo te ayudaré a encontrar el camino de regreso! Juntos, los dos niños empezaron a explorar el bosque, buscando pistas y prestando atención a los sonidos de la naturaleza. En su recorrido, se encontraron con distintos desafíos que tuvieron que superar trabajando en equipo.
Cruzaron un arroyo usando troncos como puente, escalaron una colina empinada y siguieron las huellas de animales para orientarse. Con valentía y perseverancia, lograron encontrar el sendero de regreso a la casa del niño perdido. Finalmente, llegaron a un claro donde la madre del niño estaba desesperada buscándolo.
Al verlo sano y salvo, la madre corrió a abrazarlo y agradeció a Martín por ayudar a su hijo. Con una sonrisa, Martín se despidió del niño y regresó a su hogar, sintiéndose feliz por haber ayudado a alguien en apuros.
Desde ese día, Martín y el niño se convirtieron en grandes amigos, compartiendo aventuras y aprendiendo juntos sobre la importancia de la amistad y la solidaridad.
FIN.