El niño lobo y su aventura en la selva



Había una vez un niño llamado Mateo que, al llegar la luna llena, se transformaba en un lobo. A pesar de su aspecto temible, Mateo era amable y curioso.

Un día, mientras deambulaba por el bosque en forma de lobo, descubrió un sendero que lo llevó a la selva. Intrigado por la idea de explorar un lugar nuevo, decidió emprender una aventura sin saber lo que encontraría.

Al adentrarse en la selva, Mateo se encontró con animales nunca antes vistos, como coloridos loros, ágiles monos y majestuosos jaguares. "¡Hola, soy Mateo! ¿Puedo conocer más sobre su hogar?", preguntó emocionado. Los animales, sorprendidos por la valentía del lobo, accedieron a guiarlo y enseñarle sobre la selva.

Mateo aprendió sobre la importancia de proteger la naturaleza, el respeto por los diferentes seres que la habitaban y la belleza de la convivencia en armonía.

Con el paso de los días, se convirtió en un defensor de la selva, ayudando a preservarla y cuidar de sus habitantes. Al regresar a su forma humana, Mateo compartió con los humanos lo aprendido en la selva, inspirándolos a apreciar y proteger la naturaleza.

La bondad y el conocimiento de Mateo se transmitieron a otros niños, fomentando el amor por el medio ambiente. Así, el niño lobo encontró un propósito que lo hizo sentirse orgulloso de ser quien era.

FIN.

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