El niño mestizo



Había una vez en un pueblo pequeño, un niño llamado Mateo. Mateo era mestizo, su madre era argentina y su padre era japonés, por lo que tenía rasgos que mezclaban ambas culturas.

A pesar de ser muy querido por su familia, Mateo se sentía diferente a los demás niños de su escuela. Un día, la maestra organizó un concurso de talentos y Mateo decidió participar sorprendiendo a todos con su habilidad para tocar el shamisen, un instrumento tradicional japonés.

Su actuación fue tan hermosa que todos en la escuela aplaudieron emocionados. A partir de ese momento, Mateo se convirtió en un ejemplo de cómo la diversidad cultural enriquece a todos.

La historia de Mateo inspiró a otros niños mestizos a sentirse orgullosos de sus raíces, y juntos celebraron la diversidad como una fuente de riqueza y aprendizaje.

FIN.

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