El niño pequeño



Había una vez un niño pequeño llamado Lucas, a quien le encantaba explorar el mundo a su alrededor. Un día, mientras jugaba en el parque, encontró una mariposa herida. Lucas sintió compasión por la pobre mariposa y decidió cuidarla.

Llevó a la mariposa a su casa y la puso en una caja con flores para que pudiera descansar. Todos los días, Lucas revisaba a la mariposa y la alimentaba con néctar de flores.

Con el tiempo, la mariposa se recuperó y desplegó sus coloridas alas. Lucas estaba feliz de verla volar libremente. Un día, la mariposa se posó en el hombro de Lucas y le susurró al oído: "Gracias por tu bondad, Lucas. Ahora tengo una misión para ti".

La mariposa le contó a Lucas sobre la importancia de cuidar el medio ambiente y cómo cada pequeña acción puede marcar la diferencia. Lucas tomó esta lección en serio y se convirtió en un defensor apasionado de la naturaleza.

Comenzó a recoger basura en el parque, a plantar árboles y a enseñar a otros niños sobre la importancia de cuidar el planeta.

A medida que crecía, Lucas se convirtió en un inspirador ecologista, recordando siempre el día en que una simple mariposa le enseñó a hacer del mundo un lugar mejor.

FIN.

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