El niño perdido en el bosque



Había una vez un niño llamado Juanito que se perdió en un enorme bosque mientras jugaba con sus amigos. Mientras intentaba encontrar el camino de regreso a casa, Juanito se alejó cada vez más, hasta que finalmente se encontró solo en medio del bosque. Asustado y confundido, comenzó a llorar y a llamar a su mamá, pero nadie respondía.

Pasaron las horas y Juanito, cansado y con hambre, se sentó en el suelo y pensó que nunca encontraría el camino de regreso. De repente, escuchó un ruido entre los árboles y vio a un grupo de animalitos del bosque acercándose a él. Eran un zorro, un conejo, un búho y un ciervo.

"¿Qué te pasa, amiguito?", preguntó el zorro con preocupación. Juanito les contó lo que le había sucedido, y los animalitos decidieron ayudarlo a encontrar el camino de regreso a casa.

El búho, con sus sabios ojos, propuso volar por encima del bosque para buscar alguna señal. Mientras tanto, el ciervo correría por los senderos, el conejo exploraría los arbustos y el zorro husmearía el suelo en busca de pistas. Todos trabajaron juntos, siguiendo el rastro de las pisadas de Juanito y las huellas de sus amigos.

Después de un rato, el búho divisó una columna de humo a lo lejos, señal de que allí podría estar la casa de Juanito. Corrieron todos hacia ese lugar y, efectivamente, encontraron a la mamá de Juanito desesperada buscándolo. Juanito y su mamá se abrazaron con alegría y agradecieron a los amiguitos del bosque por toda su ayuda.

Desde ese día, Juanito aprendió que nunca debía alejarse tanto sin avisar a un adulto, y también descubrió que la amistad y el trabajo en equipo son muy importantes en momentos difíciles.

FIN.

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