El Niño Perdido en el Supermercado
En un soleado día de verano, un niño llamado Lucas acompañó a su madre al supermercado. Lucas estaba emocionado por la salida y, apenas llegaron, corrió hacia la sección de galletas.
Mientras tanto, su madre se perdió en la lista de compras y olvidó por completo a Lucas. Este, al darse cuenta de que su mamá no estaba a su lado, comenzó a buscarla, pero no la encontraba por ningún lado.
Lucas se sintió invadido por el miedo y la incertidumbre. Las lágrimas empezaron a brotar de sus ojos y, en un momento de desesperación, se acercó a un empleado del supermercado para pedir ayuda.
Mientras tanto, su madre, al llegar a casa, se dio cuenta de que le faltaba algo: ¡Lucas! Se llevó un susto enorme al entender que había olvidado a su pequeño en el supermercado. Rápidamente, tomó las llaves del auto y se dirigió de vuelta al supermercado.
Mientras tanto, Lucas y el empleado revisaban el lugar, pero no podían dar con su madre. De repente, el sonido de una voz conocida se escuchó a lo lejos. Era su madre, llamándolo por su nombre.
Lucas corrió hacia ella, la abrazó con fuerza y entre sollozos le dijo lo asustado que se había sentido al perderse. Su madre, culpable y preocupada, le ofreció sus disculpas y prometió que nunca más lo perdería de vista. Juntos, regresaron a casa, donde compartieron un momento de amor y alivio.
A partir de ese día, la mamá de Lucas prestó mayor atención a tenerlo siempre a la vista, y Lucas aprendió a no separarse de ella en lugares concurridos.
Así, juntos, encontraron la forma de mantenerse más seguros y unidos en sus aventuras diarias.
FIN.