El niño presidente de Uruguay
Había una vez en Uruguay un niño llamado Mateo, que soñaba con poder cambiar el mundo y hacer justicia para todos.
Un día, durante una visita a la Casa de Gobierno, Mateo tuvo la oportunidad de conocer al presidente en persona. Al hablar con él, el presidente quedó impresionado por la determinación y la pasión de Mateo por mejorar su país. Decidió entonces invitarlo a participar en una actividad simbólica en la que Mateo firmó un documento 'presidencial'.
Lo que no sabían es que esa firma se convertiría en un hecho histórico. Días después, el presidente anunció su renuncia al cargo, sorprendiendo a toda la nación.
Los líderes políticos no sabían qué hacer, hasta que recordaron el documento firmado por Mateo. Tras revisar la Constitución, descubrieron que no existía una restricción de edad para ser presidente. Con el apoyo del pueblo, Mateo fue proclamado presidente de Uruguay. Al principio, todos estaban escépticos, pero Mateo demostró ser un líder excepcional.
Escuchaba a los ciudadanos, promovía la educación y el cuidado del medio ambiente, y trabajaba con humildad y determinación. Poco a poco, los cambios positivos se hicieron evidentes.
Los adultos aprendieron a ver el mundo desde la perspectiva de los niños, y juntos lograron construir un país más justo y solidario. Mateo demostró que la edad no define la capacidad de liderazgo, sino el compromiso y la pasión por el bienestar de todos.
Y así, el niño presidente de Uruguay se convirtió en un ejemplo para el mundo entero.
FIN.