El niño protector de los borreguitos



Había una vez en una comunidad indígena en las montañas de Argentina, un niño llamado Mateo que vivía junto a su familia.

La comunidad se dedicaba a cuidar y pastorear borreguitos, y cada niño tenía la responsabilidad de cuidar a uno desde que eran pequeños. Mateo tenía un amor especial por los animales y su borreguito, Aukin, era su mejor amigo. Juntos pasaban los días explorando los campos verdes y jugando a las orillas del río.

Un día, mientras pastoreaba a Aukin, notó que algunos de los borreguitos estaban enfermos. Mateo se preocupó mucho y decidió buscar a la sabia anciana de la comunidad, la abuela Raquel, para pedirle consejo.

-Abuela Raquel, los borreguitos están enfermos, ¿qué podemos hacer? - preguntó Mateo con preocupación. La sabia anciana escuchó atentamente y le dijo a Mateo que necesitaban encontrar una cura en las hierbas de las montañas.

Junto a Aukin, Mateo se embarcó en una aventura para recolectar las hierbas indicadas por la abuela Raquel. Recorrieron los rincones de las montañas enfrentando desafíos y superando obstáculos, pero finalmente lograron encontrar las hierbas necesarias.

De regreso en la comunidad, Mateo y la abuela Raquel prepararon un remedio con las hierbas, y poco a poco los borreguitos comenzaron a recuperarse. La comunidad entera celebró la valentía y el amor de Mateo por los animales.

A partir de ese día, Mateo se convirtió en un ejemplo para los demás niños de la comunidad, enseñándoles la importancia de cuidar y proteger a los animales. La bondad y valentía de Mateo dejaron una huella imborrable en la comunidad indígena, y su amor por los borreguitos se convirtió en una inspiración para todos los que lo conocieron.

FIN.

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