El niño que cambió su vida al bañarse

Había una vez un niño llamado Mateo, a quien le encantaba jugar en el parque, ensuciarse y evitar bañarse. Siempre andaba con la ropa manchada y su pelo revuelto. Un día, sus amigos dejaron de invitarlo a jugar.

"Mateo, estás muy sucio, no queremos jugar contigo", le dijeron. Esto entristeció mucho a Mateo, quien no entendía por qué debía bañarse si disfrutaba jugando y ensuciándose. Decidió buscar respuestas y habló con su abuelita.

"Mateo, la higiene es importante para cuidar tu salud y para que los demás se sientan cómodos a tu alrededor. Además, estar limpio te hará sentir mejor contigo mismo", le explicó su abuelita. Tras escuchar las sabias palabras de su abuelita, Mateo decidió probar bañarse.

Al hacerlo, se sintió fresco y renovado. Cuando volvió al parque, sus amigos se sorprendieron al verlo limpio y ordenado. "¡Mateo, pareces otro! ¿Quieres jugar con nosotros?", lo invitaron emocionados.

Desde entonces, Mateo se bañaba a diario, disfrutaba de su juego en el parque y sus amigos siempre lo incluían. Aprendió que cuidar su higiene no solo era importante para su salud, sino que también le permitía sentirse bien consigo mismo y tener mejores relaciones con los demás.