El niño que descubrió el mundo en los libros



En el aula de la Escuela N°7 'La Esperanza', había una hermosa biblioteca llena de libros de cuentos, aventuras y misterios. Sin embargo, había un niño llamado Tomás que no le gustaba para nada leer.

Mientras sus compañeros se sumergían en las páginas de los libros, él prefería jugar en el patio o dibujar en su cuaderno. La maestra, la señorita Lola, notó que Tomás no se acercaba jamás a la biblioteca y decidió hablar con él.

- Tomás, veo que nunca te interesaste por los libros. ¿Por qué no te gusta leer? - preguntó la maestra con curiosidad. - No sé, maestra. Los libros me aburren. Prefiero hacer otras cosas - respondió Tomás con desgano.

La maestra, con una mirada comprensiva, le explicó que los libros podían llevarlo a mundos mágicos y emocionantes, y que tal vez no había encontrado el tipo de libro que despertara su interés.

Tomás decidió darle una oportunidad a los libros y la maestra le propuso un desafío: encontrar el libro perfecto para él. Durante varias semanas, Tomás recorrió la biblioteca buscando entre las estanterías. Probó con libros de aventuras, de ciencia ficción, de animales y de deportes, pero ninguno lograba captar su atención.

Desanimado, pensó en rendirse. Hasta que un día, mientras buscaba un libro, encontró uno con un título curioso: 'El misterio de la isla perdida'. Tomás decidió darle una oportunidad y comenzó a leer.

Pronto, se vio inmerso en una emocionante historia llena de tesoros, piratas y mapas secretos. No podía soltar el libro. A medida que avanzaba en la lectura, Tomás descubrió que los libros podían ser más emocionantes que cualquier juego o dibujo.

Se convirtió en un ávido lector y sus compañeros quedaron asombrados al verlo disfrutar tanto de la lectura. Tomás aprendió que cada libro es un mundo nuevo por descubrir y que la lectura podía llevarlo a aventuras inimaginables.

Desde ese día, la biblioteca se convirtió en su lugar favorito del aula, y la maestra se alegró al verlo disfrutar tanto de los libros.

Tomás descubrió el increíble mundo que se esconde entre las páginas de un libro, y desde entonces, su pasión por la lectura nunca dejó de crecer.

FIN.

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