El niño que dibujaba hermoso



Había una vez un niño llamado Mateo, quien llegó a una nueva escuela en un país distante. Mateo no hablaba el mismo idioma que sus compañeros, lo que hacía que se burlaran de él.

La dificultad para comunicarse lo llevó a sentirse solo y triste. Sin embargo, Mateo tenía un talento especial: dibujaba de manera maravillosa. Cada trazo de su lápiz contaba una historia llena de color y emoción.

A pesar de su dificultad para relacionarse, buscó la manera de compartir su habilidad con sus compañeros. Un día, durante el recreo, decidió dibujar en la pared del patio una hermosa y colorida selva. Todos los niños quedaron maravillados al ver su obra de arte.

-¡Wow, mira lo que hizo el nuevo! Es increíble! -exclamó Valentina. Los niños se acercaron a Mateo, emocionados por su talento. A partir de ese momento, Mateo se convirtió en el centro de atención. Todos querían que dibujara algo para ellos.

Poco a poco, Mateo empezó a sentirse más aceptado y feliz. Sin embargo, un día, una de las obras de Mateo desapareció misteriosamente. Los niños se acusaron entre sí, generando conflictos y tristeza. Mateo, con su sensibilidad, decidió buscar una solución.

Realizó un hermoso dibujo con el mensaje: 'La amistad es más importante que cualquier cosa'. Al mostrarlo a sus compañeros, estos reflexionaron sobre sus acciones y decidieron disculparse y reconciliarse. La valiosa lección que Mateo les enseñó fortaleció los lazos de amistad entre todos.

A partir de ese momento, Mateo no solo fue conocido por su talento, sino también por su generosidad y el valor que dio a la amistad.

La historia de Mateo nos enseña que, a pesar de las dificultades, siempre podemos encontrar la forma de conectarnos con los demás y que la amistad es un tesoro que vale la pena cuidar y valorar.

FIN.

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