El niño que hablaba con las montañas



En un pequeño pueblo de los Andes argentinos, vivía un niño llamado Mateo. Mateo era un niño curioso y soñador, le encantaba escuchar las historias de los abuelos y recorrer los senderos de las montañas.

Pero lo que más le fascinaba a Mateo era observar las montañas desde su ventana, siempre se preguntaba qué secretos escondían esas enormes guardianas de la naturaleza. Un día, mientras Mateo jugaba cerca de un arroyo, escuchó una voz suave que lo llamaba.

Al mirar a su alrededor, no vio a nadie, hasta que notó que la voz provenía de una imponente montaña. -¿Eres tú, la montaña, la que me habla? -preguntó Mateo con asombro. -Sí, soy la montaña -respondió la voz-.

He escuchado tus preguntas y estoy aquí para contarte mis secretos. A partir de ese día, Mateo pasó muchas horas hablando con la montaña.

Ella le contaba sobre la historia de la tierra, los secretos de las plantas, y la importancia de cuidar el medioambiente. Mateo quedaba maravillado con cada enseñanza. Un día, la montaña le dijo a Mateo que un gran peligro se acercaba al pueblo, un deslizamiento de tierra que podía poner en riesgo a todos.

Mateo, decidido a ayudar, corrió al pueblo para advertir a todos sobre el peligro. Gracias a la valiente acción de Mateo, los habitantes del pueblo pudieron tomar las medidas necesarias para protegerse.

Desde ese día, Mateo se convirtió en un héroe para su comunidad, y la montaña le otorgó el título de 'Amigo de la Naturaleza'. Desde entonces, Mateo y la montaña continuaron hablando y enseñando a todos la importancia de cuidar nuestro hogar, la madre tierra.

FIN.

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