El niño que quería tener amigos



Había una vez un niño llamado Mateo que vivía en un pequeño pueblo. A pesar de ser un niño amable y divertido, Mateo siempre se sentía solo porque no tenía amigos con quien jugar. Todos los días observaba a los otros niños divirtiéndose juntos, y él ansiaba tener amigos con los que pudiera reír, correr y compartir. Un día, Mateo decidió que haría todo lo posible para hacer amigos y disfrutar de momentos felices como los demás niños del pueblo. Decidió acercarse a un grupo de niños que jugaban en el parque. Al principio, se sintió nervioso, pero finalmente se acercó y dijo:

-'¡Hola! ¿Puedo jugar con ustedes?'

Los niños lo miraron con sorpresa, pero luego uno de ellos le sonrió y respondió:

-'¡Por supuesto, ven y únete a nosotros!'

Desde ese día, Mateo se unió al grupo de amigos y se divirtió como nunca antes lo había hecho. Sin embargo, un día, los otros niños comenzaron a burlarse de un niño nuevo en la escuela. Mateo les pidió que dejaran de hacerlo, pero ellos se negaron. En lugar de ponerse del lado de los burlones, Mateo decidió hacer algo diferente. Invitó al niño nuevo a unirse a su grupo de amigos, y juntos demostraron que la amistad es más fuerte que la exclusión. A medida que pasaba el tiempo, Mateo se dio cuenta de que no había necesidad de esperar a ser incluido en un grupo de amigos, sino que él mismo podía tomar el primer paso para hacer amigos y también para ser un amigo leal y solidario. Desde ese día, Mateo nunca volvió a sentirse solo, ya que descubrió que la verdadera amistad comienza con uno mismo.

FIN.

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