El niño que soñaba con las estrellas



En una pequeña casa al borde de un frondoso bosque vivía un niño llamado Marcos.

Todas las noches, Marcos se despertaba sin falta a la misma hora, salía sigilosamente de su cama y se asomaba a la ventana para contemplar las brillantes estrellas que adornaban el oscuro cielo. No importaba si llovía, si soplaba el viento o si la luna apenas dejaba ver las estrellas, Marcos siempre encontraba consuelo y paz en aquel espectáculo nocturno.

"¿Por qué te despiertas todas las noches para ver las estrellas, Marcos?", le preguntó su mamá una noche, intrigada por los hábitos de su hijo.

"Porque las estrellas me hacen soñar y pensar en todo lo que puedo lograr", respondió Marcos con una mirada llena de esperanza. Su mamá sonrió y lo abrazó, comprendiendo la magia que las estrellas despertaban en su pequeño hijo. Un día, Marcos escuchó a sus padres preocupados por las dificultades económicas que estaban atravesando.

Decidido a ayudar, el niño buscó en su corazón aquello que lo hacía sentir más cerca de las estrellas y descubrió su amor por la astronomía.

Buscó libros en la biblioteca del pueblo, investigó en internet y hasta construyó un pequeño telescopio con la ayuda de su papá. Con el tiempo, Marcos se convirtió en un experto en el firmamento y logró impresionar a todos con sus conocimientos. Un día, la noticia de un concurso de astronomía llegó al pueblo, y Marcos no dudó en participar.

A pesar de su corta edad, su pasión y dedicación lo llevaron a ganar el concurso, obteniendo una beca para estudiar en la mejor universidad de astronomía del país.

Marcos cumplió su sueño de explorar el universo, siempre recordando las noches en las que las estrellas le mostraron el camino hacia sus logros. Desde entonces, cada vez que miraba al cielo, no solo veía estrellas, sino también su propio potencial y la infinita posibilidad de alcanzar sus sueños.

FIN.

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