El niño solidario



En un pequeño pueblo llamado Villa Esperanza vivía un niño llamado Juanito, conocido por todos como el niño más solidario de la región. Desde muy pequeño, Juanito demostraba un gran amor por ayudar a los demás, ya sea compartiendo su merienda con los compañeros de clase que no tenían, o ayudando a los ancianos del asilo a cruzar la calle.

Un día, mientras paseaba por el parque, Juanito encontró a una pareja de ancianos que parecían necesitar ayuda. Se acercó a ellos con una sonrisa y les preguntó si podía ayudar en algo. La pareja, sorprendida por la amabilidad del niño, le explicó que estaban perdidos y no sabían cómo regresar a su hogar. Juanito, sin dudarlo, se ofreció a llevarlos de vuelta a su casa. La pareja aceptó agradecida y juntos emprendieron el camino.

Durante el recorrido, los ancianos le contaron a Juanito historias maravillosas de su juventud, y él escuchaba atentamente, maravillado por sus relatos. Al llegar a la casa de los ancianos, estos quisieron recompensar a Juanito por su bondad, pero él les dijo con una sonrisa: 'No hace falta, ayudar a los demás es mi mayor recompensa'.

Días después, el pueblo de Villa Esperanza amaneció cubierto por una inmensa tormenta que inundó varias casas. Juanito, con la ayuda de su familia y amigos, organizó una colecta de alimentos, ropa y dinero para ayudar a los afectados. El pueblo entero se unió a la causa, y juntos lograron llevar alivio a las familias damnificadas.

Juanito comprendió que la solidaridad es un valor que puede cambiar vidas y unir a las personas en momentos difíciles. Desde ese día, su ejemplo inspiró a muchos en Villa Esperanza a ser más solidarios y a ayudar a quienes más lo necesitaban.

FIN.

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