El niño soñador y la magia de la Navidad



Había una vez un niño pequeño llamado Benito que vivía en un pequeño pueblo en Argentina. Benito era un niño muy curioso y soñador, siempre imaginaba mundos mágicos y personajes fantásticos.

Pero lo que más le fascinaba era la Navidad y, especialmente, Santa Claus. Todas las noches antes de dormir, Benito cerraba los ojos con fuerza e intentaba imaginar a Santa Claus volando por el cielo en su trineo tirado por renos.

Y para su sorpresa, una noche mientras dormía, ¡se encontró cara a cara con el mismísimo Santa Claus! Santa Claus tenía una larga barba blanca y una sonrisa amigable.

Vestía su clásico traje rojo con botones dorados y llevaba consigo un saco lleno de regalos. Benito estaba tan emocionado que no podía creer lo que veían sus ojos. "¡Hola Benito! Me alegra verte aquí", dijo Santa Claus con voz cálida. "¡Santa Claus! , ¿de verdad eres tú?", preguntó Benito emocionado.

"Sí, soy yo", respondió Santa Claus riendo. "He venido a visitarte porque sé cuánto te gusta la Navidad".

A partir de ese momento, cada vez que Benito se quedaba dormido, viajaba al mundo mágico de los sueños donde conocía a Santa Claus. Juntos recorrían el Polo Norte en trineo, alimentaban a los renos y repartían regalos por todo el mundo. Benito aprendió muchas cosas interesantes durante sus encuentros con Santa Claus.

Descubrió cómo hacer galletitas navideñas, decorar el árbol de Navidad y escribir cartas a Santa Claus. También aprendió la importancia de compartir y ayudar a los demás, no solo en Navidad, sino durante todo el año.

Pero un día, mientras Benito estaba en la escuela, se enteró de una triste noticia: su familia tendría que mudarse a otra ciudad debido al trabajo de sus padres. Benito se puso muy triste porque pensaba que ya no podría ver más a Santa Claus en sus sueños.

"No te preocupes, Benito", le dijo Santa Claus en su próximo encuentro nocturno. "Aunque te mudes, siempre estaré contigo en tus sueños". Benito sintió un alivio inmenso y prometió nunca olvidar las enseñanzas de Santa Claus.

A medida que pasaron los años y Benito creció, siguió soñando con Santa Claus y mantuvo viva la magia de la Navidad en su corazón. Ahora Benito es un adulto con su propia familia.

Cada Navidad cuenta historias sobre sus aventuras junto a Santa Claus a sus hijos y nietos. Les enseña el verdadero significado de la Navidad: amor, bondad y generosidad.

Y aunque todos saben que Santa Claus vive solo en los sueños y la imaginación, cada noche antes de dormir cierran los ojos con fuerza e intentan imaginarlo volando por el cielo estrellado del Polo Norte. Porque como decía Benito: "La magia existe si creemos en ella".

Y así es como él sigue manteniendo viva la alegría de la Navidad año tras año.

FIN.

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