El Niño Terrible que se Convirtió en Noble
Había una vez en un tranquilo pueblo un niño llamado Tomás. Tomás era conocido por ser un niño terrible: siempre causaba problemas, desobedecía a sus padres, y nunca mostraba respeto por los demás. Su comportamiento indisciplinado lo hizo muy impopular entre los demás niños del pueblo.
Un día, mientras Tomás estaba jugando en el parque, vio a un niño nuevo que se llamaba Pedro. Pedro estaba sentado en un rincón, solo y triste. Tomás se acercó con la intención de burlarse de él, pero luego se detuvo al ver las lágrimas en los ojos de Pedro. Tomás sintió una extraña sensación en su interior, algo que nunca había experimentado antes.
Con el tiempo, Tomás empezó a pasar tiempo con Pedro, descubriendo que había una parte de él que quería ayudar a los demás. Poco a poco, comenzó a cambiar su comportamiento y a mostrar amabilidad hacia los demás.
Los niños del pueblo notaron la transformación de Tomás y empezaron a acercarse a él, disfrutando de su nueva actitud amigable. Tomás había aprendido que ser noble y amable traía mucha más felicidad que ser terrible.
Desde entonces, Tomás se convirtió en un niño noble, ayudando a los demás y mostrando compasión. Su transformación inspiró a todos en el pueblo a ser mejores personas.
FIN.