El niño valiente en la mansión mágica



Había una vez un niño llamado Benjamín, quien vivía en un pequeño pueblo rodeado de montañas. Benjamín era un niño muy curioso y aventurero, siempre buscaba nuevas experiencias y emociones.

Pero había algo que le daba mucho miedo: los fantasmas. Un día, mientras exploraba el bosque cercano a su casa, Benjamín encontró una antigua mansión abandonada. La casa lucía vieja y tenebrosa, pero también despertaba su curiosidad. Decidió entrar para descubrir qué secretos escondía.

Al abrir la puerta principal, una extraña sensación lo invadió. El lugar estaba oscuro y lleno de polvo. A pesar del miedo que sentía, decidió avanzar lentamente por los pasillos. De repente, escuchó un ruido proveniente del sótano.

Su corazón comenzó a latir más rápido y el miedo se apoderó de él. Sin embargo, su valentía no le permitió retroceder.

Bajando las escaleras con precaución, llegó a una habitación llena de libros antiguos y muebles cubiertos por sábanas grises. En ese momento, notó algo extraño: uno de los libros parecía brillar más que los demás. Intrigado por esta revelación, Benjamín tomó el libro resplandeciente entre sus manos y lo abrió cuidadosamente.

Para su sorpresa, dentro había una carta escrita por alguien llamado Fantasio Fantasmagoriano. "-Hola querido visitante -leyó en voz alta-. Si estás leyendo esto significa que has superado tu miedo a los fantasmas. Te felicito por tu valentía".

Benjamín no podía creer lo que estaba leyendo. Parecía que Fantasio había estado observándolo todo el tiempo. "-En esta mansión, he creado un mundo mágico donde todos los miedos se convierten en felicidad -continuó la carta-.

Si quieres descubrirlo, sigue las instrucciones que te daré a continuación". Emocionado y sin pensarlo dos veces, Benjamín siguió las instrucciones de Fantasio y comenzó a explorar la mansión en busca de pistas para desbloquear el mundo mágico.

Cada habitación tenía un desafío diferente que superar: desde resolver acertijos hasta enfrentarse a sus mayores temores. A medida que avanzaba, su valentía crecía y su miedo disminuía.

Finalmente, llegó al último desafío: debía enfrentarse a su mayor temor, un fantasma gigante con ojos brillantes y una risa escalofriante. Pero en lugar de sentir miedo, Benjamín recordó las palabras de Fantasio sobre convertir los miedos en felicidad.

Confiando en sí mismo, se acercó al fantasma y le dijo:"-No tengo miedo de ti porque sé que eres parte de mi imaginación. Eres solo un reflejo de mis propios temores". El fantasma sonrió y se transformó en una luz brillante llena de colores vivos. En ese momento, toda la mansión cobró vida con risas y alegría.

Fantasio apareció frente a Benjamín y le dijo:"-Has demostrado ser valiente más allá del miedo, y por eso te has ganado el derecho de vivir en este mundo mágico para siempre". Desde ese día, Benjamín vivió rodeado de felicidad y aventuras.

Aprendió que enfrentar sus miedos era la clave para superarlos y descubrir nuevas emociones.

Y así, Benjamín se convirtió en un ejemplo para todos los niños del pueblo, inspirándolos a enfrentar sus propios miedos y buscar la felicidad en cada desafío que se les presentara. Fin.

FIN.

Dirección del Cuentito copiada!