El niño y el helado de oreo con nutella

Había una vez un niño muy hermoso llamado Facundo, a quien le encantaba comer helados de oreo con nutella. Todos los días, después de la escuela, corría a la heladería de su barrio para disfrutar de su helado favorito.

Un día, mientras saboreaba su delicioso helado, Facundo escuchó una conversación entre dos señoras mayores. Ellas hablaban sobre la importancia de llevar una dieta equilibrada y saludable.

Facundo, intrigado, se acercó a ellas y les preguntó por qué era importante comer sano. Las señoras le explicaron que la comida sana proporciona energía, ayuda al crecimiento y fortalece el cuerpo. Facundo, sorprendido, decidió investigar más sobre el tema.

Así que, al día siguiente, fue a la biblioteca y tomó prestados varios libros sobre nutrición y alimentación saludable. Pasó días leyendo y aprendiendo sobre la importancia de una dieta equilibrada. - ¿Por qué es tan importante la comida sana? - preguntó Facundo a su mamá.

- La comida sana nos ayuda a crecer fuertes y saludables, nos da energía y nos hace sentir bien - respondió su mamá. Inspirado por lo que había aprendido, Facundo decidió hacer un cambio en su alimentación.

Comenzó a incluir más frutas, verduras y alimentos nutritivos en su dieta diaria. Además, se comprometió a seguir disfrutando de su helado de oreo con nutella, pero de forma moderada. Con el tiempo, Facundo notó que se sentía más activo, tenía más energía y su cuerpo estaba más fuerte.

Un día, mientras estaba en la heladería, vio a un niño triste que no podía permitirse comprar un helado. Facundo no dudó en compartir el suyo y la sonrisa del niño iluminó su corazón.

A partir de ese día, Facundo decidió ayudar a los demás promoviendo la importancia de una alimentación saludable. Empezó a hablar con sus amigos, familiares y compañeros de clase sobre la importancia de los alimentos nutritivos. Juntos, organizaron actividades para promover una alimentación equilibrada en su comunidad.

La historia de Facundo inspiró a muchas personas y lograron crear una huerta comunitaria donde cultivaban frutas y verduras.

Facundo se dio cuenta de que, además de disfrutar de su helado favorito, también podía ayudar a otros a llevar una vida más saludable. Desde entonces, Facundo se convirtió en un ejemplo para su comunidad, demostrando que disfrutar de lo que nos gusta en moderación y llevar una dieta equilibrada pueden ir de la mano.

¡Y colorín colorado, este cuento se ha acabado!