El Niño y el Mago del Bosque Encantado
Había una vez un niño llamado Tobi que vivía en un pequeño pueblo al borde de un bosque mágico. Desde siempre, Tobi había soñado con aventuras y criaturas extraordinarias, así que un día decidió adentrarse en el bosque.
Mientras caminaba, Tobi se encontró con un zorro de colas brillantes. "Hola, pequeño. ¿Adónde vas tan solo?"- preguntó el zorro.
"Voy a explorar el bosque. ¿Te gustaría acompañarme?"- respondió Tobi con una sonrisa.
Juntos, el niño y el zorro avanzaron entre los árboles hasta que llegaron a un claro donde un mago de larga barba blanca estaba rodeado de libros y frascos extraños.
"¿Quiénes son ustedes?"- preguntó el mago, levantando la vista.
"Soy Tobi y él es mi amigo el zorro. Estamos explorando el bosque"- dijo el niño.
"Bienvenidos, jóvenes aventureros. Soy el Mago Silvio. Aquí, en este lugar, puedo mostrarles la magia de la naturaleza, pero también deben aprender a cuidarla"- explicó Silvio mientras agitaba su varita. Con un movimiento, hizo aparecer mariposas de colores que danzaban a su alrededor.
Tobi miró maravillado. "¡Qué hermoso! Pero, ¿cómo podemos ayudar a cuidar el bosque?"-
El Mago Silvio sonrió. "Primero, deben aprender sobre la importancia de cada ser que habita aquí. Vamos a dar un paseo y les mostraré lo que pueden hacer"-
Los tres partieron juntos. Justo al cruzar un arroyo, vieron un grupo de aves preocupadas. "¿Qué pasa?"- preguntó Tobi.
"Estamos buscando un lugar seguro para anidar, pero muchos árboles han sido talados"- explicó un loro rojo.
"¡Debemos ayudar!"- propuso Tobi. El Mago Silvio asintió y conjuró unas semillas mágicas que propagarían árboles rápidamente. Juntos, los animales y los tres amigos plantaron las semillas por todo el claro.
Durante los días siguientes, Tobi, el Mago Silvio y el zorro trabajaron en equipo, ayudando a los animales a encontrar refugio y a restaurar el bosque. Pero una tarde, mientras estaban en el claro, un grupo de hombres llegó con hachas.
"¡Deténganse!"- gritó Tobi.
"¿Qué haces, niño? Este bosque es nuestro para tomar lo que queramos"- respondió uno de los hombres.
El Mago Silvio, con su voz firme, dijo: "Este bosque es un hogar, no un recurso. Tobi ha aprendido a amar y proteger a nuestra querida naturaleza. ¿No lo entienden?"-
Los hombres se detuvieron. El zorro se acercó, "Lo que se lleva vale mucho, pero lo que se pierde nunca se reemplaza"-.
Los hombres comenzaron a pensar. "Quizás deberíamos escuchar y aprender de ustedes. Nunca hemos considerado el impacto de nuestras acciones"- dijo uno de ellos con una mirada de reflexión.
Tobi, emocionado, compartió todo lo que había aprendido con el Mago Silvio y el zorro. Así, se hizo un pacto: las personas del pueblo colaborarían con los animales para cuidar el bosque y su bienestar.
Los hombres se retiraron, y el Mago, con una mirada de orgullo hacia Tobi, le dijo: "Lo has hecho bien, pequeño. Hoy, no solo has protegido el bosque, también has enseñado una lección importante a quienes lo descuidaron"-
Con el tiempo, el bosque floreció más que nunca. Nuevas especies de árboles crecieron y muchos animales regresaron. Tobi siempre regresaba para ayudar, y cada vez que lo hacía, aprendía algo nuevo. No era solo un niño curioso, sino un verdadero guardián del bosque, junto a su amigo el zorro y el Mago Silvio.
Y así, Tobi creció rodeado de magia, amistades y sobre todo, comprendiendo que cuidar y respetar la naturaleza era la mayor aventura de todas.
FIN.