El niño y los relojes mágicos



Había una vez un niño llamado Facundo, un curioso y aventurero que un día se adentró en una misteriosa casa llena de relojes de distintos tamaños y colores.

Al abrir la pesada puerta de madera, Facundo quedó maravillado al ver aquel espectáculo de tic-tac y colores que adornaban las paredes. Los relojes de todas las formas imaginables llenaban la habitación, cada uno con su propio ritmo y estilo.

Había relojes de arena, relojes de pared, relojes de cuco, relojes digitales, relojes antiguos y modernos, en fin, una variedad infinita de relojes que parecía sacada de un cuento mágico.

Fascinado por aquel escenario, Facundo se puso a explorar la habitación, admirando cada detalle y dejándose llevar por la magia que emanaba de aquel lugar.

FIN.

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