El niño y su amigo peludo



Había una vez un niño vagabundo que siempre vivía con tristeza en sus ojos.

Pasaba los días solo y sin alegría, hasta que un día, mientras revolvía la basura en busca de algo de comer, encontró a un pequeño perro abandonado. El niño cuidó de él, le dio comida y cariño, y pronto se convirtieron en grandes amigos. Juntos, el niño y el perro descubrieron que podían hacer shows callejeros para ganar unas monedas.

El perro hacía piruetas y trucos, mientras el niño contaba chistes y malabares. La gente se detenía a mirar y aplaudía, y así, poco a poco, el niño empezó a sentir una alegría que antes no conocía.

Con el tiempo, el niño y el perro se convirtieron en una sensación en la ciudad. La tristeza en los ojos del niño desapareció, y en su lugar brillaba la felicidad. Aprendió el valor de la amistad, la solidaridad y el amor incondicional que su amigo animal le brindaba.

Juntos comprendieron que la verdadera felicidad se encuentra en ayudar y alegrar a los demás. Y así, el niño vagabundo encontró un lugar en el mundo, gracias a su fiel amigo.

Y juntos, continuaron alegrando la vida de todos aquellos que se cruzaban en su camino.

FIN.

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