El nuevo amigo en silla de ruedas

En un pequeño pueblo, en el colegio San Martín, llegó un niño nuevo llamado Martín. Lo especial de Martín es que se movía en una silla de ruedas. Al principio, muchos niños no sabían cómo tratar a Martín, pero rápidamente descubrieron que era un chico genial, con un gran sentido del humor y muchas historias interesantes para contar.

Martín se había mudado de la ciudad y, aunque al principio le costó adaptarse, pronto encontró en el colegio San Martín un lugar donde se sentía bienvenido. A pesar de su silla de ruedas, Martín participaba en todas las actividades del colegio. Jugaba al fútbol adaptado, participaba en juegos de ingenio y siempre estaba dispuesto a ayudar a sus compañeros.

Un día, mientras Martín observaba a un grupo de chicos jugando al fútbol en el patio, Sofía se acercó a él. Sofía era una niña curiosa y valiente que no tenía miedo de hacer preguntas incómodas. -¿Te gustaría jugar con nosotros, Martín? -le preguntó con una sonrisa. Martín se sorprendió, nadie antes le había propuesto jugar al fútbol. Emocionado, aceptó la invitación y desde ese día se convirtió en el héroe del equipo. Todos los niños aprendieron a adaptar sus juegos para incluir a Martín, y juntos descubrieron que la verdadera amistad no tiene barreras.

Un mes después, el colegio San Martín organizó una feria para recaudar fondos para la construcción de una rampa para silla de ruedas en la plaza del pueblo. Martín fue el primero en proponer ideas y todos los niños se unieron para ayudar en la feria. Vendieron juguetes, comida y organizaron juegos para recaudar dinero. Finalmente, lograron su objetivo y construyeron una hermosa rampa que sería de gran ayuda para Martín y todos los demás que la necesitaran.

El día de la inauguración de la rampa, Martín dio un emotivo discurso agradeciendo a todos por su apoyo. Los niños del colegio San Martín comprendieron que la inclusión no se trata solo de ayudar a una persona en silla de ruedas, sino de crear un mundo donde todos tengan las mismas oportunidades y sean tratados con respeto y amistad.

Desde entonces, el colegio San Martín se convirtió en un ejemplo de inclusión y amistad para todos los niños del pueblo, y Martín encontró en sus compañeros verdaderos amigos que lo aceptaban tal como era.