El oasis de José



Había una vez en el desierto de La Guajira, Colombia, un niño wayuu llamado José. Desde pequeño le gustaba pastorear las ovejas de su familia y siempre se preocupaba por su bienestar.

Un día, mientras caminaba con las ovejas por las dunas del desierto, José escuchó a una de ellas balando tristemente.

Se acercó y le preguntó:- ¿Qué te pasa, amiguita? La oveja le miró con sus grandes ojos y respondió:- Estoy cansada de comer siempre lo mismo, quisiera probar algo diferente. José entendió que las ovejas necesitaban variedad en su alimentación para estar sanas y felices. Decidió entonces explorar el desierto en busca de nuevos pastos y alimentos para ellas.

Durante días recorrió lugares desconocidos, sorteando peligros y desafíos. En su travesía, José encontró un oasis escondido donde crecían plantas exóticas que sabía que a las ovejas les encantarían. Llenó su morral con estas delicias naturales y regresó al rebaño.

Las ovejas no podían creer la sorpresa que José les tenía preparada. Desde ese día, José se convirtió en el pastor más querido por todas las ovejas del desierto.

Su valentía y espíritu aventurero le habían llevado a descubrir un mundo nuevo lleno de posibilidades. Poco a poco, otras familias wayuu comenzaron a seguir el ejemplo de José e explorar los alrededores en busca de mejores alimentos para sus animales.

El desierto se convirtió en un lugar más próspero gracias a la iniciativa de este pequeño gran héroe.

Y así, entre dunas doradas y cielos infinitos, José demostró que la aventura y la empatía pueden cambiar vidas y hacer del mundo un lugar mejor para todos los seres vivos que lo habitan.

FIN.

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