El oasis perdido
Lorena era una podóloga muy curiosa que siempre estaba en busca de nuevas aventuras. Un día, decidió viajar a Turkmenistán para explorar sus misterios y maravillas.
Allí conoció a Ruven Sito, un joven aventurero que también estaba buscando emociones fuertes. Un día, mientras paseaban por la ciudad, vieron un hermoso globo aerostático y decidieron subirse para tener una vista panorámica de todo el país.
Una vez arriba del globo, comenzaron a disfrutar del paisaje: las montañas nevadas al norte y el desierto dorado al sur. De repente, una ráfaga de viento inesperada los arrastró hacia el desierto y se dieron cuenta de que estaban perdidos.
Lorena y Ruven no se desesperaron; sabían que tenían que mantener la calma para encontrar una solución.
"Tranquila Lorena, encontraremos la forma de salir adelante" dijo Ruven tranquilizadoramente"Tienes razón Ruven, ¡no podemos rendirnos ahora!" respondió Lorena con determinaciónDespués de volar durante horas en medio del desierto sin saber qué hacer ni adonde ir, divisaron algo en la distancia: era un oasis rodeado por palmeras gigantes. Descendieron lentamente hasta llegar al suelo.
Al bajar del globo aerostático se dieron cuenta de que habían llegado a un lugar mágico donde vivía un anciano sabio llamado Abdul. Él les contó sobre la historia del oasis y les enseñó cómo sobrevivir en el desierto con lo poco que había allí. Lorena y Ruven aprendieron mucho de Abdul y su sabiduría.
También aprendieron a trabajar juntos como equipo para superar cualquier obstáculo que se les presentara. Después de varios días en el oasis, finalmente encontraron la forma de regresar a casa.
Lorena y Ruven volvieron a sus vidas cotidianas con una nueva perspectiva sobre la vida: habían aprendido que no importa cuán difícil sea una situación, siempre hay una solución si se trabaja duro y se mantiene la calma.
Desde entonces, Lorena y Ruven se convirtieron en grandes amigos y continuaron explorando juntos nuevos lugares emocionantes en todo el mundo.
FIN.