El ogro bueno



En un pequeño pueblo, vivía un ogro llamado Óscar. Óscar era grande, animal y tenía colmillos afilados, por lo que todos en el pueblo le tenían miedo.

Pero lo que la gente del pueblo no sabía es que Óscar era un ogro amable y bondadoso, que no quería asustar a nadie. En su corazón, anhelaba ser aceptado y querido por todos. Un día, Óscar escuchó a un grupo de niños hablando sobre lo asustados que estaban de él.

Decidido a cambiar las cosas, Óscar se acercó a los niños. -Hola, ¿cómo están? -les dijo con su voz profunda. Los niños, asustados, retrocedieron al principio, pero luego vieron que Óscar simplemente quería ser su amigo.

Paso a paso, Óscar empezó a hacer actos amables por todo el pueblo. Ayudaba a los ancianos a llevar sus bolsas, reparaba los techos de las casas, e incluso cuidaba a los animales del bosque.

Poco a poco, la gente empezó a darse cuenta de que Óscar no era en absoluto como pensaban. Empezaron a saludarlo y agradecerle por sus actos. Pronto, el pueblo entero dejó de temer al ogro y en su lugar lo apreciaban.

Ya no se escondían cuando lo veían venir, sino que lo saludaban con una sonrisa. Óscar estaba muy feliz de ver como las cosas habían cambiado. Aprendieron que no hay que juzgar a alguien por su apariencia, sino por sus actos.

Y Óscar se convirtió en un ejemplo de bondad y superación para todos.

FIN.

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